jueves, 22 de marzo de 2012

Laboralcinema presenta: Mujeres Rebeldes



MUJERES REBELDES

Mujeres Rebeldes (Mark Sandrich, 1936) (también la he visto traducida como: Una mujer se rebela) es un magnífico drama protagonizado por una joven y bella Katharine Hepburn y por el popular y atractivo actor Herbert Marshall.
La película recibió muy buenas críticas, sobre todo la interpretación de la actriz protagonista.
Frank S. Nugent de The New York Times escribió: “ahondando en la tenebrosa fascinación de la Inglaterra victoriana, Mark Sandrich y sus colegas productores de RKO Radio han encontrado un material que resulta pintoresco, humorístico y trágico. Con la ayuda de una excelente novela sobre la época: “Portrait of a rebel” de Netta Syrett, y de un grupo de comprensivos actores, han pergeñado un elegante drama”
Y The New York Herald Tribune publicó: “Katharine Hepburn nos ofrece un atractivo-aunque no enteramente creíble-retrato. Miss Hepburn hace su papel con fuerza y dinamismo, extrayendo del personaje más de lo que habían puesto los autores”.
La película muestra la batalla de una mujer por la emancipación durante la época victoriana. Pamela Thistlewaite lucha contra los rigurosos convencionalismos de la época, tarea que no es nada fácil, y mucho menos popular.
Como auténtica rebelde desafía la rígida autoridad de su padre el juez Thistlewaite, tiene una aventura con Gerald, un joven que la abandona y la deja soltera y con una hija a la que la joven hará pasar por su sobrina, y rehúsa casarse con Thomas Lane, su devoto admirador, y no porque no le ame sino porque no quiere que su carrera diplomática o su reputación pudieran verse empañadas por su culpa.
Pamela es inteligente y exige que se le permita utilizar esa cualidad. Demuestra su independencia, sus capacidades hasta llegar a convertirse en jefe de redacción de una revista femenina.
El papel que interpreta Katharine Hepburn en esta película le sienta que ni pintado pues ella siempre luchó por la igualdad de la mujer, seguramente por las enseñanzas recibidas en su hogar, ya que su madre, preocupada por el papel de las mujeres en el mundo, presidió la Asociación Sufragista de Connecticut, y Kate estaba acostumbrada a asistir a manifestaciones y diversos actos reivindicativos, tal como ella cuenta en su libro: Yo misma. Historias de mi vida. 
Pamela y su hermana Flora son dos bellas jovencitas que reciben una estricta educación de su institutriz y de su severo padre. Su libro de cabecera ha de ser: “Las hijas de Inglaterra”, dirigido a señoritas bien educadas y que, entre otras lindezas, les enseña que la mujer ha de aceptar que es inferior al hombre mental y físicamente.
Nuestra protagonista no está de acuerdo con esto, quiere aprender y coge unos libros que su padre guarda bajo llave, acción que es castigada, ya que son libros prohibidos a los que, como le dice su padre, ella no puede acceder pues tiene una mente limitada por el hecho de ser mujer. Sin embargo, Pam no piensa eso, ella quiere aprender y sólo puede hacerlo en los libros, y afirma. “Aunque sea mujer tengo cerebro y tengo intención de usarlo”.
Cuando se encuentra sola y con una hija a la que hace pasar por su sobrina, podría optar por volver con su padre o casarse con Thomas. Pero volver a la severidad y falta de libertad de la casa paterna no es una opción, y aunque desearía casarse con Tom, no quiere dañar su reputación, ya que podría descubrirse su gran secreto, que es madre soltera, y eso estaba muy mal visto en aquella época y era motivo de repudio y exclusión social.
Así pues, decide vivir sola y trabajar, pero no le va a resultar fácil encontrar empleo por el hecho de ser mujer. Acude a una entrevista de trabajo para un puesto de secretaria, pero le dicen que buscan un varón y que no la contratan porque “sería el hazmerreír de Londres”. No se preocupan de valorar las posibles cualidades y capacidades de la candidata, lo único que importa es que es mujer y que dar ese empleo a una mujer no estará bien visto socialmente. Lo mismo le ocurre en una tienda, en la que el dueño no ve adecuado que una mujer trabaje como dependienta.
Por último acude a la redacción de una revista: “El Semanal para Señoritas”, donde el director acepta sus relatos pastoriles pero rechaza publicar los artículos relacionados con la emancipación de la mujer. Pero a Pamela no sólo le interesa publicar unos cuentos, ella lo que quiere es que le den un puesto en la revista, aunque tenga que trabajar sin cobrar un céntimo. A pesar de que el jefe ve peligroso que una mujer trabaje, termina accediendo ante la insistencia y la vitalidad de la joven.
En una ocasión en la que su jefe está enfermo, Pam conoce el dramático caso de una madre soltera despreciada socialmente, con dificultades para conservar un empleo, y cuyo hijo muere. Ella no encuentra otra salida que el suicidio. Pamela no puede soportar esta situación, la hipocresía de la estricta sociedad acostumbrada a juzgar pero no a ayudar, y en el último momento decide cambiar el editorial sobre bordados por uno titulado: “la vergüenza de la sociedad”. Cuando su jefe lo lee, a punto está de sufrir un soponcio, y acude corriendo a la redacción, donde se encuentra con la sorpresa de que han vendido más ejemplares que nunca. Y es que las mujeres esperaban algo más que recetas de cocina, consejos sobre costura o cuentos ñoños; querían que les hablaran de aquellas cosas que verdaderamente les importaban.
Gracias a este éxito Pamela se convierte en redactora jefe de la revista y comienza su carrera meteórica con reuniones y con la publicación de artículos como “la mujer puede ser madre y trabajar”, “sociedades de mueres se rebelan contra el trabajo de menores”, “¿Por qué se niegan ayudas estatales a la mujer?”, o “La nueva mujer”.
Mientras, su hija va creciendo y Tom sigue mostrando su amor incondicional y esperando a que ella le quiera, sin sospechar que siempre le ha querido.
Cuando su hija ya es mayor le dice a la que cree su tía: “no sabes lo que es el amor, sólo piensas en tu carrera”, cuando lo cierto es que ella ha renunciado a muchas cosas precisamente por amor.


La próxima semana comentaremos la película Intocable.

1 comentario:

  1. Una película que rompió esquemas en la época, ya que actualmente estamos más acostumbrados a que esto suceda que una mujer pueda ser madre y trabajar a la vez, aunque aún así existe estereotipos en los cuales en algunos lugares se considera a las mujeres como de tercera.
    Yo creo que se puede llegar a tener todo, aunque parece que a una mujer con éxito se la castiga en cuanto al amor se refiere.
    El único fallo según mi punto de vista de la protagonista fue que no fue capaz de decir que la que supuestamente era su sobrina era su hija, pero ella fue capaz de utilizar su cerebro, poder pensar por si misma y obtener un puesto de redactora jefe y todos esos valores son los que inculco a su sobrina/hija para fuese una mujer que se pudiese valer por si misma, y siempre intento explicar el porque de las cosas, que todo tiene una razón de ser . Y es por eso cuando la sobrina/hija empieza a verse con su hermano sin ella descubrir que lo es no entiende el porque su tía/madre no le permite continuar viéndolo. Hasta que finalmente se descubre todo y aún así Pam sigue manteniendo su secreto, ya que para ella lo más importante son los valores.
    Para mi hay una cosa que remarcar y es que gracias a mujeres como Pam poco a poco la mujer fue adquiriendo mucho más valor y fue mucho más participe de la sociedad y podemos tener el valor que tenemos actualmente

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